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  • Este debate tiene 16 respuestas, 14 mensajes y ha sido actualizado por última vez el hace 1 año, 7 meses por Sonsoles Guio Fontes.
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    • #1656
      Participante
      Cristina Mateos

      Pensemos, desde nuestras propias vidas o desde historias de vida de mujeres queridas, en manifestaciones relacionadas con las adicciones, las enfermedades de salud mental o las enfermedades que producen dolor crónico ¿Qué hay detrás del malestar de las mujeres y de algunas manifestaciones relacionadas con nuestra salud?

      • Este debate fue modificado hace 1 año, 7 meses por Cristina Mateos.
    • #1658
      Participante
      Macarena Fernández Hoyo

      Detrás del malestar de las mujeres en la sociedad occidental, hay muchísimo estrés y esfuerzo, ya que continúa siendo el principal soporte de la familia, a quienes se les asigna el rol de cuidadoras y garantes de la unidad familiar y a la par, se les exige que compitan profesionalmente, de manera equiparable al hombre (con unos horarios y condiciones, en muchos sectores, pensados para el hombre), donde además tienen que demostrar su valía de manera continuada, sin descuidar las labores de cuidado, que se les han impuesto. Por otra parte, los salarios más bajos contribuyen a unas condiciones de mayor precariedad. Hay que añadir la cultura del amor romántico, que impulsa a las mujeres a aguantar carros y carretas en las relaciones afectivas y familiares, con la consiguiente frustración que ello acompaña. Por no hablar de todas las discriminaciones, menosprecios y vejaciones que casi todas toleramos por el hecho de haber nacido mujer y que acompañan muchas emociones de inseguridades, miedos, tristezas y ansiedades, etc. . Luego cuando van al médico les recetan benzodiacepinas y así tenemos a muchísimas mujeres por encima de los 45 años con dependencia a las benzos y la consecuente disminución de sus facultades cognitivas y físicas y personales. Y como dice Forges, esto se da en el primer mundo.

       

    • #1660
      Participante
      Nuria Mata García

      En la practca diaria hay pacientes que señalan consumir cocaína exclusivamente para sentirse con fuerzas de cara a realizar tareas domésticas que le son cada vez más difíciles de cumplir.

      Ellas mismas se sienten mal si no están las cosas de casa en orden,aunque no trabajen fuera de casa.El resto de los familiares recriminan la falta  de atención sin entender lo que debe estar ocurriendo.

      La mujer consumidora tiene la carga de haber consumido para una tarea que no compensa sino aumenta el sentimiento de culpa.

       

    • #1661
      Participante
      Antonia Isabel Morán Cortés

      Como siempre Forges resume en una imagen toda la carga que arrastramos en nuestra sociedad. Añadiéndole a esto la imagen perfecta que tenemos que representar. Mujeres con cuerpos 10 que como vimos en uno de los anteriores debates nos presentan las campañas publicitarias.

      No es de extrañar que toda esta presión social avive el descontento personal al que la mujer se ve sometida refugiándose en muchos casos en el abuso de ansiolíticos, provocando en muchos casos la total dependencia hacia estos fármacos.

    • #1662
      Participante
      RAQUEL ALBENDEA ALBENDEA ORTEGA

      Completamente de acuerdo con mis compañeras en sus opiniones, añadir que para dar la imagen perfecta que comenta Antonia Isabel,  creo que se ha añadido una exigencia más, sacar tiempo para ir al gimnasio y cocinar sano, para estar en forma, no ser una “descuidada”, y cuidar la salud de los tuyos y la tuya propia.

      Afortunadamente, estoy viendo un cambio en algunos hombres, no demasiados todavía, que al menos se implican en el cuidado de sus hijos y “ayudan” en las labores domésticas, pero la mujer sigue siendo el soporte fundamental de los cuidados de la familia de origen y adquirida, además de tener que competir en el mundo laboral en peores condiciones o sentirse invisible si ha decidido o se ha visto obligada a renunciar al trabajo fuera de casa.

       

    • #1663
      Participante
      Francisco Jose Borras Nevado

      Según mi opinión, esa es una pregunta que tenemos que tener muy presentes y no dar por hecho respuestas, que entendamos como lógicas y se limitan casi en exclusividad a malestares orgánicos ocasionados por el propio cuerpo. Así que recetamos lo que sea para paliar el dolor o malestar y a seguir, o nos quedamos con la primera respuesta que nos den sin investigar mas. Como bien se decía en el seminario del jueves, si no se pregunta es complicado saber que hay.

      Pero para ello es necesario por un lado tiempo para poder dedicar a la persona a ver en que situación se encuentra y de donde viene ese malestar; y por otro lado, interés por la persona que estamos atendiendo y cuestionar si es solo orgánico, si la primera respuesta que nos dan es “la buena” o hay algo mas. Mas por supuesto una mentalidad de genero que creo que deberíamos potenciarnos, por lo menos yo

    • #1665
      Participante
      Dolores Portillo Morales

      Cuando indagamos en las razones dadas por las mujeres para el mantenimiento del consumo, hemos obtenido respuestas diferentes: en casi todos los casos, evadirse, no pensar, sobrellevar su vida. También hemos detectado que en mujeres que tienen un Trastorno de la Conducta Alimentaria, utilizan la cocaína para no tener hambre y, además, tener suficiente energía para llevar a cabo las tareas domésticas, el trabajo, el cuidado de su familia, etc. La combinación de alcohol y psicofármacos es particularmente frecuente entre las mujeres de más edad, con una relación de pareja que suele esconder malos tratos. Lo terrible en muchos de esos casos es que la mujer no los identifica como tales a pesar de llevar padeciéndolos desde hace décadas.

      En todos los casos, podemos identificar los mandatos de género, según los cuales las mujeres tenemos que ser buenas madres, buenas esposas, buenas hijas, trabajadoras competentes y estar siempre listas para pasar revista, con una sonrisa.

      Nos sigue quedando mucho camino por andar, tanto a las mujeres como a los hombres.

    • #1731
      Participante
      Maria del Pilar Benito de Dios

      Como bien se reconoce en todo lo anteriormente expuesto en este foro, nos queda un amplio camino por andar.

      Los mandatos se mantienen a pesar de cambios y el malestar está presente marcado en ocasiones por nosotros mismos o nuestros círculos próximos  y la búsqueda de la perfección, siendo el perfeccionamiento la imagen que nos reflejan como la adecuada, estando este identificado con manifestaciones anteriores de control.

      (BUENAS), es la perfección, como si el resto por no llevar ese tipo de mandatos y no cumplir con exigencias fueran MALAS, PROBLEMATICAS,…. seguimos en la dicotomía, ¿si no haces esto …… entonces te identifico con lo contrario?

      Los malestares siguen a pesar del paso del tiempo,  a veces la persona es capaz de  identificados, otras permanecen ocultos, incluso en ocasiones se hacen conscientes cuando un tercero nos lo hace ver,  pero en ocasiones puede resultar complicado tener una capacidad de reacción acorde derivado de las desigualdades mantenidas.

    • #1737
      Superadministrador
      Isabel Soriano

      [MENSAJE DE LA PANELISTA ROSA Mª MARTÍNEZ ORTEGA]

      Buenos  días, el abordaje del tema del malestar de las mujeres es complicado y sobre todo desmontar los mandatos de género, los roles y estereotipos y confundir y etiquetar estos malestares con enfermedades de causa orgánica y medicalizar sin resolver, detrás de todo malestar encontramos una causa que tiene que ver con la vida cotidiana (violencia, doble o triple jornada, conciliación, precariedad laboral, micromachismos, cansancio del rol de cuidadora etc.)

      Es un tema sobre el que todas las mujeres debemos reflexionar, porque como decía Mabel Burin, “hay un modo específico de enfermar de las mujeres y hay también un modo de expresar nuestro malestar diferente al de los varones. Es una diferencia basada en una larga historia social de acumulación de experiencias  que constituye nuestra posición en el género”  (1)

      (1). Mabel Burin. El malestar de las mujeres, la tranquilidad recetada. Editorial Paidós. 1990

      Para profundizar sobre el tema os recomiendo la lectura del siguiente documento que os puede ayudar en el día a día, en la atención a las mujeres.

      La Salud Mental de las mujeres. Soledad Muruaga. Disponible en:

      https://www.mujeresparalasalud.org/nuevoamswp/wp-content/uploads/2017/04/boletina27-28-_para_web.pdf

      Sería interesante, comentar vuestras experiencias como profesionales y como mujeres, y los hombres también como profesionales y desde la perspectiva del varón y la masculinidad.

      Espero que podamos reflexionar sobre ello.

    • #1738
      Participante
      María Victoria Serrano García

      … y como estas hoy?..

      Fatal me duele hasta el alma…Hasta el alma de aguantar…y es como si esa pena ese dolor interno se hiciese materia y cada día me rompe un hueso, un órgano, la cabeza por dentro…Cada día me duele algo, todos los días tengo algo nuevo. Y en casa se creen que me quejo de vicio…

      Dialogo real de una mujer. de 49 años.

      Durante un año en tratamiento solo quería un diagnostico de fibromialgia para entender porque tenia tantos dolores…se recorría todas las especialidades médicas. Después de un año de terapia salió a la luz que su madre la pegaba, que su exmarido consumidor la pegaba , que tuvo que renunciar a todo y salir corriendo, que se marchó de su ciudad que dejo a sus hijos porque la amenazó con matarlos si se los llevaba con ella, y esto durante 7 años lo silenció. De cara a su entorno fue ” la mala” la que abandonó a la familia, la que se canso de ellos.

      Este discurso es uno de los tantos que oimos a diario, y muchas veces  solo lo oimos pero debemos escuchar no quedarnos en que ” la queja” indagar porque le duele esa espalda, esa cabeza… coordinarnos todo el equipo y trabajar con la persona desde todas sus áreas. Porque en ocasiones estas cosas no las cuentan en terapia psicológica, mi al medico.. en ocasiones en una actividad grupal o individual es cuando ese día le duele tanto el alma… que rompe su silencio.

       

       

    • #1742
      Participante
      Cristina Mateos

      Muchísimas gracias por vuestras interesantes y ricas aportaciones. Me ha emocionado mucho leeros y he aprendido mucho de vuestras experiencias profesionales. Gracias por animaros a escribir y no perder la oportunidad de compartir en un espacio abierto como es el Foro.

      Solo recoger la importancia de los mandatos de género, las cargas que provocan, la importancia de reservar un importante espacio en la atención individual para permitir que la mujer se sienta en confianza para estar expresada y para que las personas profesionales podamos hacer una devolución de información reparadora, informada.

      Gracias por esta interesante referencia que vuelvo a indicar aquí:

      Mabel Burin. El malestar de las mujeres, la tranquilidad recetada. Editorial Paidós. 1990

      Un saludo.

    • #1793
      Participante
      ANA ISABEL ALONSO CALDERON

      Buenas, estoy de acuerdo con las aportaciones realizadas.

      Aproximarnos como profesionales al malestar de las mujeres, requiere abrir el foco, es decir, ampliar la mirada teniendo en cuenta la historia personal y única que cada una trae y como ha ido afrontando sus situaciones dificultosas sea en la dirección de conseguir logros o privilegios, sea el encontrar el alivio, pero tanto en un caso como en otro, la mujer dando ella misma a través del consumo de tóxicos una forma de enfrentarse a un modelo social donde sigue habiendo catalogaciones de roles masculinos y femeninos.

      Preguntarnos como profesionales que podemos hacer con toda esta información, y confianza que nos van poco a poco depositando, sabernos limitados, pero ser conscientes que podemos ser coprotagonistas, junto con ellas, en ese acompañamiento de ese proceso de crecimiento personal.

      Si estamos en centros de atención integral no nos olvidemos de esta perspectiva, las funciones que cada uno de los profesionales que integramos estos equipos, al menos debía de hacernos sensibilizar para ser conscientes que este malestar existe en las mujeres que atendemos, que se sientan aliviadas centrándonos en solamente en el malestar orgánico, es minimizar la grandeza de las personas.

    • #1794
      Participante
      Paloma Santiago

      “Para muchos, permanecer a salvo consiste en cerrar puertas y ventanas, y evitar los lugares peligrosos. Para otros no hay escapatoria, porque la amenaza de la violencia está detrás de esas puertas, oculta a los ojos de los demás”. Glo Harlem Brundtland (Orjuela et al., 2007), Directora General de la OMS (1998-2003)

      Los casos de violencia de género han sido tradicionalmente invisibilizados, y, aún en la actualidad, sigue silenciándose en nuestra sociedad occidental, como si la igualdad (de derechos y oportunidades) entre hombres y mujeres ya se hubiera conquistado, y la violencia machista se hubiera erradicado. Pero todavía queda mucho camino por recorrer.

      La violencia de género se caracteriza porque el tipo de suceso traumático es diferente del que hasta ahora se había dado como tipo para producir los síntomas del TEPT. Es un trauma complejo producido por la violencia del agresor a través del vínculo que tiene con la víctima, lo cual hace que el daño producido en la víctima sea muy específico, ya que la víctima entiende que le agrede la persona que se supone que le tiene que querer y que cuidar, de la que piensa que depende – rol de la mujer hegemónico derivado del sistema patriarcal- , lo cual le hace sentir más vulnerable a la hora de sufrir los efectos de esa violencia. Es una situación en la que es claro y objetivo un desequilibrio de poder, que además se utiliza de forma perversa.

      Recordemos la aportación de Pierre Janet (1984) el cual define el  trauma psíquico: “es el resultado de la exposición a un acontecimiento estresante inevitable que sobrepasa los mecanismos de afrontamiento de la persona. Cuando las personas se sienten demasiado sobrepasadas por sus emociones, los recuerdos no pueden transformarse en experiencias narrativas neutras. El terror se convierte en una fobia al recuerdo que impide la integración del acontecimiento traumático y fragmenta los recuerdos traumáticos apartándolos de la consciencia ordinaria, dejándolos organizados en percepciones visuales, preocupaciones somáticas y reactuaciones conductuales”.

      Detrás de este malestar que “no tiene nombre”, detrás de estas somatizaciones lo que encontramos es la expresión de la experiencia emocional silenciada del trauma. El cuerpo soporta la carga de una experiencia emocional que no ha sido adecuadamente descargada, procesada o integrada en una narrativa vital. Recordemos que el 90% de mujeres con T. somatización presentan historia de abuso físico o emocional y el 80% algún tipo de abuso sexual.

    • #1797
      Participante
      Sonsoles Guio Fontes

      gracias por todas las aportaciones, fundamentalmente mi experiencia, es que lo que hay detrás del malestar de las mujeres, es el no saber lo que las pasa y  el porqué. De ahi la importancia de trabajar en el sentido que habéis indicado, de explicar desde perspectiva de género.

      me gustaría compartir  una guía del Instituto de Igualdad del Gobierno Canario, para “entender y prevenir esas cosas normales, que nos hacen polvo”

      no sé cómo insertarlo. si alguien me lo indica os la mando

       

      saludos

    • #1798
      Participante
      SOFIA MAULEÓN DE LA TORRE

      Hola Sonsoles

      En la barra superior del cuadro para escribir aparecen varios iconos. El clip te permite insertar el enlace.

    • #1803
      Participante
      Sonsoles Guio Fontes

      gracias Sofía¡¡¡¡¡¡ peo aunque inserto el enlace, y lo doy como enviado, pero no llega

    • #1804
      Participante
      Sonsoles Guio Fontes
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