Respuesta a: Acompañamiento a las maternidades

#2143
Participante
RAQUEL ALBENDEA ALBENDEA ORTEGA

Buenos días.

Creo que las mujeres drogodependientes no reciben un buen acompañamiento en sus maternidades. Creo que a los propios profesionales se nos produce una disonancia cognitiva sobre este tema. Proteger al menor y trabajar con la madre no siempre es compatible.

Si aún no son madres y hay un embarazo, creo que todos planteamos la posibilidad de que piense en un aborto. Y si decide seguir con el embarazo o ya tiene a los hijos…

Los obstáculos son muchos. El primero, que en la mayoría de los casos, el padre, también en la mayoría de los casos drogodependiente, no está presente, ni aunque esté. Pero a él no se le cuestiona ni se le exige. Los hijos son de la madre, que es quien los tiene. Y esta mujer en ocasiones está siendo valorada por servicios sociales, servicios de infancia, etc.

Generalmente está sola, ayudada por alguna otra mujer de la familia (madre), con pocas posibilidades de empleo por la carga familiar, con maltrato económico, ya que el padre no se hace cargo a ningún nivel de los hijos/as… y con un miedo atroz a que le quiten a sus hijos.

En el peor de los casos, el padre está, pero recibe maltrato por su parte. Otro problema añadido.

Y con todo esto, se le exige abstinencia.

Y no contamos con recursos reales que permitan una descarga a esta mujer mientras realiza el proceso de tratamiento. Si es maltratada y consume, no puede acceder a recursos de violencia de género. Si no sufre maltrato, pero tiene hijos… no va a separarse de ellos para hacer un ingreso que puede ser necesario.

Si cuenta con ayuda para dejar a los niños y acudir a tratamiento ambulatorio, teme que lo que diga pueda ser utilizado en su contra para que le quiten los niños…

Es muy complicado ser madre y drogodependiente. Es muy complicado saber que un menor puede estar en desamparo y aún entendiendo las circunstancias vitales de la mujer, tener que comunicarlo a los servicios de atención a la infancia.

Afortunadamente también hay casos de mujeres con hijos, generalmente ya más mayores, o con una red familiar aún presente y de ayuda,  que acuden sin dificultad al tratamiento y que  no tienen mayores problemas. Esto me suele coincidir con mujeres cuyo problema es el alcohol en exclusiva.

La forma de mejorar este acompañamiento creo que pasa por recursos sociales de apoyo para estos casos en los que la mujer se ve sola con sus hijos y sin apoyos de ningún tipo.

En otros casos, hay que exprimir los pocos recursos con los que se pueda contar, para que al menos la mujer pueda acudir a las citas en tratamiento ambulatorio.

En fin, tampoco es fácil resumir toda la casuística encontrada a lo largo de años viendo mujeres, ni hacerlo en el menor espacio posible.

Lo que sí veo claro, es que el hecho de ser madre y tener un problema de consumo de sustancias, dificulta el tratamiento mucho más que en el caso de mujeres que no tienen carga familiar.