Tradicionalmente las redes de atención a la VG y la de atención a las adicciones han sido redes segmentadas, y que generalmente han carecido de coordinación entre sí.
Además desde los Recursos de Atención a las Drogodependencias la Perspectiva Androcéntrica ha sido y continua siendo prevalente. A penas existe una mirada feminista en la implementación de los programas tradicionales, los cuales no han sido revisados.
Habría que diseñar actuaciones concretas y de coordinación periódica entre las distintas redes La derivación y coordinación con recursos específicos en violencia de género es básica para que las mujeres con problemas de adicciones puedan acceder a todas las ayudas necesarias para superar la situación de maltrato.
Desde los Centros de la Red de Drogas apenas se hacen intervenciones grupales destinadas a visibilizar las conductas violentas y evitar la naturalización de la violencia, a evitar la victimización secundaria. Por lo tanto no se favorece el Empoderamiento de la mujer frente a la violencia, ni se informa de cuáles son ni cómo se accede a recursos específicos en violencia de género, por lo tanto muy pocas acceden a las ayudas necesarias para superar la situación de maltrato.
Con todo esto estamos perpetuando estas situaciones de violencia y de consumo – como estrategia de afrontamiento al día a día de ellas. No trabajamos esta realidad de forma integrada y protocolizada. No salen ni de la espiral de la violencia ni de la espiral del consumo/abuso de sustancias.