El Trama Complejo, creo que es el factor crítico por excelencia, en todos los trastornos mentales y por lo tanto, también en el mundo de las adicciones.
Asistí a un curso de Anabel González, psiquiatra, especializada en Trauma. Explicó la realización de un estudio en toda España, a través de multitud de entidades, Centros universitarios y Sanitarios, sobre la incidencia de Trastornos Disociativos. Utilizaron varios cuestionarios y una Entrevista Clínica Estructurada. Las conclusiones fueron muy reveladoras, ya que la población donde mayores Trastornos Disociativos encontraron, fue en la población drogodependiente, con una incidencia por encima del 50%.
No es difícil de entender que frente al Trauma Complejo, las personas utilicen drogas como medio para mitigar el dolor. Por otra parte, hay una relación en la infancia/adolescencia, entre trauma, fracaso escolar (las cabezas no están para centrarse), tiempo en la calle y vínculos con personas que conocen en la calle, en muchos casos drogodependientes. Muchos y muchas pacientes refieren que nunca se sintieron queridos en casa o que la casa representaba un infierno, mientras que en sus grupos de amigos encontraron un lugar donde por primera vez se sintieron valiosos y valiosas.
En mi experiencia, en un primer momento pueden sentir miedo e incluso pánico, de dejar las drogas ya que las han asociado a su bienestar personal y son el medio con el que regulan sus emociones (al menos eso creen). Lo cierto, es que las drogas nunca aportan estabilidad emocional, todo lo contrario, las personas están sumidas en una montaña rusa emocional e impiden la adquisición de estrategias para el autocontrol.
En mi opinión el abandono de las drogas, es un paso decisivo en las vidas de las personas víctimas de violencia, maltrato, abandono o negligencia infantil/juvenil. Pueden empezar a comprender sus vivencias, sus propias vidas, desde una mirada compasiva, libre de culpas, además de empezar a sentir un mayor control sobre sus emociones, pensamientos y comportamientos. Al final se trata de lograr una narrativa alternativa y sanadora hacia ellos y ellas mismas, hacia los demás y el mundo en el que viven. Un proceso complejo, largo, pero que sin duda merece la pena.
Hablando de Trauma, muchísimos hombres drogodependientes que acuden a nuestros Centros, fueron víctimas de Violencia de Género grave. No nos olvidemos de ellos cuando hablemos de V.G.
Muchas gracias por traer el Trauma al tratamiento de las drogodependencias. Llevo muchos años formándome en este tema y aunque siempre hay mucho por aprender, he de decir que también los resultados son muy satisfactorios.