Buenas, estoy de acuerdo con las aportaciones realizadas.
Aproximarnos como profesionales al malestar de las mujeres, requiere abrir el foco, es decir, ampliar la mirada teniendo en cuenta la historia personal y única que cada una trae y como ha ido afrontando sus situaciones dificultosas sea en la dirección de conseguir logros o privilegios, sea el encontrar el alivio, pero tanto en un caso como en otro, la mujer dando ella misma a través del consumo de tóxicos una forma de enfrentarse a un modelo social donde sigue habiendo catalogaciones de roles masculinos y femeninos.
Preguntarnos como profesionales que podemos hacer con toda esta información, y confianza que nos van poco a poco depositando, sabernos limitados, pero ser conscientes que podemos ser coprotagonistas, junto con ellas, en ese acompañamiento de ese proceso de crecimiento personal.
Si estamos en centros de atención integral no nos olvidemos de esta perspectiva, las funciones que cada uno de los profesionales que integramos estos equipos, al menos debía de hacernos sensibilizar para ser conscientes que este malestar existe en las mujeres que atendemos, que se sientan aliviadas centrándonos en solamente en el malestar orgánico, es minimizar la grandeza de las personas.