Buenos días: el modelo de Riane Eisler que desarrolla en su libro “El cáliz y la espada” no lo he leído, según la información aportada en la documentación me ha hecho reflexionar sobre la posibilidad que tanto hombres y mujeres tendríamos que renunciar a esta “herencia” de dominación, violencia, desigualdad y patriarcado tan arraigada en las sociedades, influida por culturas diversas y costumbres que se convierten en normas. Desde principios del pasado siglo va habiendo avances de esa renuncia, son lentos, pero afianzar, con hechos, los grandes cambios de todos aspectos que están tan enraizados empieza en cada uno y en nuestro entorno más próximo.
A mi modo de ver reflexionar sobre cómo podemos desarrollar una sociedad más igualitaria y no violenta entre hombres y mujeres consistiría en ir implantando desde la primera infancia las mismas oportunidades de socialización a todos los niveles: educación, laborales, de relación, etc., llevando a cabo un cooperativismo mutuo, inicialmente desde la familia como primer espacio socializante y más adelante en los otros contextos donde se desenvuelve el individuo. También ofreciendo los distintos roles a desarrollar por las personas, independientemente de su sexo en primer lugar, ya que los seres humanos tenemos capacidad suficiente para realizar cualquier tarea, no por el hecho de ser mujer o ser hombre.